Las pequeñas y medianas empresas se han convertido en un objetivo prioritario para los ciberdelincuentes. Muchas aún creen que no tienen información “atractiva”, pero los datos muestran lo contrario.
En España se registraron en torno a 100.000 incidentes de ciberseguridad en 2024. Una proporción muy relevante de los ataques dirigidos a empresas impactó en pymes y micropymes, el segmento con menos recursos para defenderse. A nivel global, diversos estudios estiman que alrededor del 43% de los ciberataques se dirige a pequeñas y medianas empresas.
El impacto de un ataque es especialmente grave para negocios en crecimiento. Distintos informes de ciberseguridad señalan que cerca del 60% de las pequeñas empresas que sufren un incidente grave cierra durante los seis meses posteriores. No se trata solo de restaurar sistemas, sino de pérdida de confianza, interrupción de ventas, sanciones regulatorias y daños a la reputación.
Casos reales: cuando los datos no están protegidos
Los incidentes que han afectado a empresas consolidadas muestran el impacto económico y reputacional de no contar con medidas adecuadas.
- Telepizza (2023)
Sufrió un ataque de ransomware atribuido al grupo Lockbit 3.0. La intrusión afectó a la web corporativa y servicios online de pedidos, provocando interrupciones y comprometiendo datos internos. - TENDAM: Cortefiel, Women’secret, Springfield (2024)
Detectó un acceso no autorizado que expuso datos personales de miles de personas inscritas en programas de fidelización. La compañía informó de que no se comprometieron contraseñas ni datos bancarios, pero sí nombres, DNI y datos de contacto.
Estos casos no pertenecen a sectores financieros, pero su negocio depende de sistemas conectados, datos personales, aplicaciones online y redes distribuidas. La digitalización ha ampliado la superficie de ataque, y cualquier eslabón débil puede poner en riesgo una cadena completa de suministro.
Crecer sin plan de seguridad: consecuencias invisibles
La tecnología en muchas organizaciones avanza más rápido que su protección. Es habitual encontrar:
- Sistemas desactualizados y sin parches.
- Contraseñas reutilizadas o sin autenticación multifactor.
- Bases de datos sin cifrar.
- Redes no segmentadas que permiten movimiento lateral.
- Dependencia de herramientas heredadas o sin mantenimiento.
- Copias de seguridad que nunca se prueban o que no son inmutables.
Mientras el negocio crece, las vulnerabilidades también lo hacen. Sin un plan de seguridad, cualquier incidente puede paralizar operaciones críticas durante días o semanas. Las soluciones improvisadas siempre resultan más costosas que una estrategia preventiva.
NIS2, RGPD y mayor control regulatorio
La ciberseguridad ya no solo afecta a la continuidad del negocio: también es una exigencia legal. La Directiva NIS2, en vigor desde 2023 y aplicable tras su transposición nacional a partir de octubre de 2024, amplía el número de organizaciones obligadas a adoptar medidas de seguridad. Afecta a entidades “esenciales” e “importantes” en sectores como:
- servicios digitales
- energía
- sanidad
- transporte
- agua
- manufactura crítica
- administración pública
Muchas de estas organizaciones son pymes o medianas empresas que ofrecen servicios estratégicos a otras compañías.
Las sanciones también cambian:
- Entidades esenciales: hasta 10 millones de euros o el 2% de su volumen de negocio anual mundial.
- Entidades importantes: hasta 7 millones de euros o el 1,4%.
A ello se suma el RGPD, que obliga a proteger los datos personales y notificar brechas que puedan afectar a la privacidad. Para una pyme, un fallo de seguridad puede significar pérdidas operativas y sanciones administrativas simultáneas.
6 pasos para proteger una pyme
Un plan de seguridad eficiente no tiene por qué requerir grandes inversiones. Estas medidas ofrecen mejoras inmediatas:
1. Monitorización continua y visibilidad
Solo se puede defender lo que se ve. Herramientas como EDR, SIEM y sistemas de logging centralizado permiten detectar comportamientos sospechosos y bloquear amenazas antes de que se conviertan en incidentes graves.
2. Plan de respuesta a incidentes
Define qué sucede, quién actúa y cómo se comunica. Los simulacros periódicos permiten reaccionar de forma eficaz y reducir tiempos de parada.
3. Copias de seguridad inmutables y plan de continuidad
Las copias deben ser automáticas, cifradas, verificadas y fuera de línea cuando sea necesario. Las pruebas de recuperación son tan importantes como la propia copia.
4. Autenticación multifactor y acceso mínimo
Las credenciales robadas siguen siendo la vía de entrada más habitual. MFA y el principio de acceso mínimo limitan el daño en caso de compromiso.
5. Cultura de seguridad y formación periódica
La ingeniería social sigue siendo la técnica con mayor tasa de éxito. Simulacros de phishing, capacitación continua y comunicación clara reducen el riesgo humano.
6. Servicios gestionados de ciberseguridad
Cuando no hay equipos internos especializados, externalizar la seguridad ofrece protección continua y capacidad de respuesta. Un partner experto proporciona detección y respuesta 24x7, asesoramiento y acceso a capacidades SOC sin inversiones costosas.
Ciberseguridad como ventaja competitiva
Una empresa resiliente puede resistir ataques sin interrumpir su actividad ni perder la confianza de sus clientes. La seguridad no solo protege, sino que permite crecer sin riesgos innecesarios.
Desde knowmad mood acompañamos a pymes y organizaciones medianas en la implementación de estrategias de ciberseguridad adaptadas a su capacidad operativa. Nuestros servicios gestionados, soluciones DevSecOps y respuesta a incidentes garantizan disponibilidad, protección de datos y continuidad del negocio.
Si quiere evaluar el nivel de seguridad de su pyme o mejorar sus defensas, hable con nuestro equipo experto.