Por Susana Moreno Resa
Anualmente, miles de jóvenes se enfrentan a la difícil decisión de elegir una carrera universitaria. Basta con recurrir a los tradicionales buscadores de Internet y descubrir que una de las preguntas más realizadas es: “¿cuáles son las carreras con más salidas laborales?”. Los resultados de dichas búsquedas remiten al sector de las nuevas tecnologías e ingenierías. Fríamente, podemos pensar que debido a la transformación continua que estamos experimentando, las carreras de ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas son el futuro. Sin embargo, si profundizamos un poco más, entenderemos que el lado social es esencial, por ejemplo, para enseñar a las máquinas a tomar decisiones. Así, ¿ciencias o letras? Lo cierto es que ambas, siempre.
El sector de las TIC se ha convertido en uno de los principales motores del mercado laboral, que ha visto la necesidad de evolucionar de la mano de las Humanidades. Sin ir más lejos, la metodología de trabajo de Design Thinking, la cual apuesta por el desarrollo de la innovación en diversas fases, debe apoyarse en la observación y análisis de las reacciones del cliente.
Las empresas tecnológicas cada vez están apostando más por crear equipos multidisciplinares con perfiles técnicos y humanistas para entender lo que implica la creciente convivencia entre máquinas inteligentes, la infinidad de datos y las personas. Tanto es así que ya son varias las universidades que están poniendo en marcha grados en los que se fusionan tecnología y humanidades; como la UNED, que creó en 2014 el Laboratorio de Innovación de Humanidades Digitales, formado por filólogos e ingenieros.
Es más, Steve Yi, CEO de MediaAlpha, afirma que “las artes liberales capacitan a los estudiantes para prosperar en subjetividad y ambigüedad, una habilidad necesaria en el mundo tecnológico donde pocas cosas son en blanco y negro, donde hay diferentes tonos de lo que podría ser”. El valor de esta conjunción radica, precisamente, en que las carreras de Humanidades estimulan el razonamiento abstracto y permiten que los profesionales sean más abiertos de mente y tengan una elevada capacidad de innovación. Cualidades esenciales para cualquier trabajador de la era digital.
Empresas como Google ya han incluido este tipo de perfiles para el análisis de datos y la toma de decisiones. “Tenemos un grupo de expertos en ciencia de datos, matemáticos e investigadores de mercado. Por otro, a gente de sociología y humanidades que dota del lado racional al día a día”, explica Javier Martín, director de RR.HH. de Google España, en El País.
Si bien los ingenieros, en cualquier empresa de IT, se encargan de las infraestructuras y los algoritmos, los perfiles de humanidades confirman qué buscar, qué preguntas resolver y cómo interpretar la información; asunto esencial, por ejemplo, en las tecnologías de IoT, IA o Machine Learning. En resumen, este tipo de perfiles aportan el lado antropológico, empático y lógico a la interacción humano-máquina.
En resumen, el valor añadido que aporta un perfil de Humanidades en un mundo cada vez más dominado por las nuevas tecnologías y, por tanto, a cualquier organización es:
1. Observación meticulosa: Esta habilidad es esencial para determinar el éxito o no de cualquier proyecto.
2. Pensamiento crítico: Vivimos en un mundo cada vez más complejo, donde el análisis de los comportamientos o reacciones observadas es esencial para predecir consecuencias.
3. Redacción: Si algo caracteriza nuestro siglo es la sobreinformación y globalización, donde un lenguaje correcto y persuasivo genera cada vez más influencias.
4. Creatividad: se trata de la apuesta por la creatividad, lo novedoso, lo llamativo, lo impactante…
5. Persuasión: Saber expresarse no es competencia exclusiva de las Humanidades; ahora bien, la formación en letras incide mucho más en este aspecto que, unido a la observación y pensamiento crítico, favorece la sugestión.
Y tú, ¿eres de ciencias o de letras?